Alpes Suizos y Franceses – Día 10: Interlaken – Chamonix

Ya estamos a 19 de agosto y dejamos Interlaken y esta zona. Hoy partimos hacia Chamonix para visitar el Mont-Blanc. Hemos decidido usar un tren, con la moto y todo, para atraversar una pequeña  parte de la cordillera alpina y ahorrarnos dar un rodeo. Y, de paso, otra experiencia más en moto :). La ruta, aquí

Salimos de Interlaken, nos despedimos de esta bella zona.

Poco antes de llegar a Spiez, nos salimos hacia el sur por unas carreteras secundarias.

Y menudo acierto, las vistas del lago Thun son estupendas.

Y, de frente, los Alpes; que pronto atravesaremos por sus entrañas.

Ya en la carretera 223, tomaremos dirección Kandersteg/Adelboden. Aunque ya vemos las indicaciones a Kandersteg y su señal de coches sobre un vagón de tren :)

Pasamos por el aeropuerto/aeródromo de Reichenbach, situado en una de las pocas explanadas  que hay aquí.

De chiripa pasamos cuando una avioneta toma tierra.

Antes de ir al tren, subimos a Adelboden.

Curiosos tejados, parecen una seta :-)

Y una tazita en una marquesina!

La de tiempo que hacía que no veía una moto de estas.

Ya se nota que vamos subiendo, avanzando entre los árboles poco a poco.

Bueno, entre árboles y pared de piedra :D

Completamente automatizada la regulación del tráfico cuando hay obras.

El aire que se respira tiene un olor especial. En la foto no se ve, pero os lo creéis :-P

Ya estamos arriba!

Banderas y flores adornan la calle principal. Al fondo, torre con reloj.

Las vistas son espectaculares.

Mucho mejor sin coches ;-)

Emprendemos la bajada y nos topamos con un autobús… con remolque! Ojo, no un autocar, sino que es como un autobús de cualquier gran ciudad.

Menudas casitas…

Por alguna extraña razón, parece haber bastante tráfico.

Esto es ya un clásico? O todavía no? Me parece una preciosidad. Y el que viene detrás, ídem.

Toma puente, nuevecito :-)

Ahora sí, ponemos rumbo a Kandersteg para montarnos en el tren.

Lo nuevo y lo viejo conviven sin problemas.

Sin haber atasco, ni mucho menos, sí que hay bastantes coches.

Los carriles, anchos para poder trazar sin problemas. Sobre todo los autobuses.

Curvitas durante la subida.

Goppenstein es la estación destino del tren. Nosotros tiramos hacia el pueblo en sí para darnos una vuelta.

Bonito puente de entrada.

Los remontes son parte del paisaje de la zona.

Estos estaban celebrando algo, que hasta estaban cantando :D

Praderitas power!

Ahora sí, nos dirigimos al tren.

Está perfectamente indicado, difícil no encontrar la entrada.

Ya huele a tren :-)

Pero primero, a pasar por caja.

Como podéis ver, la caseta de la izquierda está cerrada, en la de enmedio pone que sólo para los que tienen la tarjeta nosequé, que es una especie de abono, y en el de la derecha pone «Kasse», que se parece sospechosamente a «caja». Pues cuando llegamos había un Octavia que la estaba liando: se había puesto en en la del centro en vez de en la de la derecha. Un sugus a quien adivine de dónde era la matrícula… Sí, de España ¬_¬

Seguimos las indicaciones sin mayor problema.

Y, bajo un sol de justicia, esperamos a que nos den paso.

A los pocos minutos de estar parados, un operario nos da paso hacia una caseta, donde podremos bajarnos de la moto y esperar a la sombra.

Madre mía, lo que cabe ahí dentro.

Bendita sombra…

Y los coches no paran de salir…

Aunque estamos a la sombra, hace calorcito y la cantidad de luz que hay hace casi daño en los ojos. Vamos, es mi excusa para salir con ese careto XD

Ésta espera ansiosa su turno ;-)

Vamos para dentro! La pasarela de acceso (en gris claro)  deja un hueco bastante estrecho con el andén. Aun así, entramos con bastante ángulo y con cuidado. Easy B-)

Ya dentro, el suelo es de una rejilla de metal. Rodar sobre ella es raro, pero no presenta ninguna dificultad.

Llegamos al vagón reservado a biciclos, así que toca maniobrar un poco.

Vamos para dentro!

Miramos hacia atrás, menuda kilometrada :D

Hay hueco de sobra, así que aquí mismo.

He dejado la moto bastante pegada y tengo algún problemilla para salir XD

Lo conseguimos! Eso sí, aquí dentro hace un calor… No tiene ventanas practicables y los vehículos desprenden calor, que se acumula como en un termo. Lo que hay a la derecha del todo es un lavabo. Curioso…

Recorridos de la red ferroviaria.

Antes de atar la moto, hacemos el despliegue habitual :-)

Ya acomodados en la zona de pasajeros (al fondo se ve la moto), 

Ahora toca atar la moto con las sogas que hay, para evitar sustos con el traquetreo del tren. Mi sotocasco está colgado del espejo retrovisor; se está secando, como de costumbre.

Hacemos lo que podemos XD

Mis dos bellezas :D

El tren comienza a andar. Abandonamos definitivamente la zona noroeste de los Alpes.

En el trayecto nos ponemos a hablar con nuestros únicos compañeros de vagón. Un matrimonio ya jubilado, cuyo destino era Italia. Sí, en la moto de al lado. Para que luego digan.

Creo que ésto no sabe ni donde estamos :-P

En unos 15 ó 20 minutos llegamos a nuestro destino. Así que toca desatar la moto y sacarla del vagón. En ningún momento vino nadie para comprobar cómo estaban atadas ni nada por el estilo.

Tras sudar un poco con todos los bártulos, ya estamos fuera. Dificultad cero.

Sólo 16 CHF, unos 13 €.Comienza la bajada bajo un sol de justicia.

El paisaje tiene otra pinta, un poco más seca, menos boscosa. Bello, pero de otro modo.

Este señor subía haciendo chirriar las ruedas. No es coña.

Seguimos bajando.

Las horquillas están bien trazadas y salvan un desnivel bastante generoso para no ser uno de los puertos estrella.

Ya casi estamos abajo.

Tomamos dirección Sion

Por ahí hemos bajado :-)

Paramos para refrigerarnos un poco, y aprovechamos y llenamos el tanque.

Aquí se aprecia que el paisaje ha cambiado. Hasta las parbólicas afean más el paisaje. En la zona de la que venimos vimos las parabólicas pintadas de verde o de marrón para camuflarlas.

Pasamos por la presa de Loèche, que es bastante modesta.

Con el calor que hace, decidimos tirar por la autovía. Como tengamos que meternos por carreteras donde haya tráfico, directamente nos cocemos.

Avión a pie de pista :D

Ya está indicado nuestro próximo destino: Chamonix. Y aparecen las indicaciones del Gran San Bernardo. Pero eso es para dentro de dos días ;-)

Pasamos por Martigny, famoso por los asentamientos celtas, por su sitio romano y por las huellas que dejaron las tropas de Napoleón Bonaparte. Muy a nuestro pesar, pasamos de largo.

Comenzamos la subida al Col de la Forclaz desde el valle de Sion, rodeados de los viñedos plantados en estas terrazas.

Curioso remolque el de esta Honda Goldwing.

Volvemos a cruzarnos con gran cantidad de motos :D

Y estas curvas nos saben gloria tras los kilómetros de autovía.

Menudos carracos. Iban de paseo, así que giramos un poquito la mano derecha y les decimos adiós por el espejo retrovisor.

Y llegamos arriba del Col de la Forclaz, a 1527 metros.

La foto de la coronación del puerto. Había bastantes coches, así que ni nos bajamos.

Nos gusta lo que vemos que nos espera ;-)

El asfalto es una delicia, así como las curvas ^_^

El paisaje parece volver a cambiar, más boscoso.

Son casi las tres de la tarde y tenemos hambre, así que paramos en esta zona previa a la frontera con Francia. 32ºC, nada más y nada menos.

Decir que la dependienta de la tienda que había en la gasolinera era bastante rancia, por no llamarla de otra manera. No nos dejó usar el baño porque no habíamos comprado nada. En la mano llevábamos unas chocolatinas para gastar los últimos francos suizos.

Recordáis que el primer día se despegó el soporte del intercomunicador del casco? Aquí la prueba XD

Y aquí los restos de un Airbus que se estrelló contra mi visera. Tuve que limpiarla, no veía un carajo!

No sé qué me gusta más, si la BMW K1600GT o la cazadora que llevan ¬_¬

Tras comer en una praderita a la sombra (imaginad el calor que hacía, que me puse unos pantalones cortos para comer), reemprendemos la marcha y atravesamos la frontera. No había nadie en la garita, así que no ponemos ni el pie en el suelo y gaaaaaaaaassss!

18 kilómetros nos separan del hotel.

Ahora es turno de subir el Col des Montets.

Al fondo asoma tímida la cordillera del Mont Blanc.

Pues sí es grande, sí :-)

Ya bajando, le tráfico empieza a aumentar.

El asfalto en el lado francés es algo más irregular, pero se deja pisar.

Son un poco lentos, pero nos queda poco y nos lo tomamos con calma.

Madre mía, están aquí todos los coches de Francia o qué! XD

Pero al levantar la vista vemos el impresionante glaciar :-)

Este salva-avalanchas estaba señalizado para el paso de peatones.

Tanto BMW X5 y el pobre no tenía ni idea de conducir, no hacía más que frenar, aunque no fuese rápido (que no lo íbamos)

Que le den al inútil, preferimos disfrutar de las imponentes vistas.

Al fin! Se nos han hecho largos estos últimos kilómetros por el tráfico, pero ya estamos en Chamonix

Mires donde mires, ahí está.

Y ahí.

Y ahí.

Ya en el hotel, tenemos la suerte de que la habitación tiene terraza y que ésta tiene vistas al Mont Blanc y a su glaciar. Y los pantalones aireándose :D

El hotel «Les Aiglons Resort & Spa» es un poco pijo, pero lo pillamos a muy buen precio el día anterior en booking. Algo menos de 70€. Después de lo humilde del anterior, tampoco nos importa. Y, lo más importante, tiene el remonte al Mont Blanc a cinco minutos andando.

Tras darnos un baño, salimos a dar una vuelta por el pueblo. A ver qué encontramos para cenar. El hotel de fondo, y un mono con un cutre-mapa del pueblo.

Y la mona :-)

Al pasar sobre el río se nota un agradable fresco.

Allá donde vamos, hacemos el tonto XD

Pues por allí parece que se ve una cabina…

Nos metemos en este local, que es de los pocos que no son un atraco a mano armada. Y fue todo un acierto!

Dentro hace un poco de calor, la cerveza fresca nos sabe a gloria.

Curiosa la decoración interior. Tenemos tanto hambre que no nos da tiempo ni a fotografiar las hamburguesas con patatas.

El camarero era bastante majo. Sabía algo de castellano. Salimos y es casi de noche. Así que nos damos un paseo por el pueblo. Este tiene pinta de ser el Ayuntamiento.

A una que yo me sé le pirra el dulce.

Y a uno, los quesos.

Menos mal que estaban las tiendas cerradas XD

Ponemos rumbo al hotel, que mañana queremos levantarnos muy pronto para subir al Mont Blanc.