El día de hoy también es cultureta. Subiremos a ver Zurich en moto en vez de en tren (plan alternativo en caso de lluvia) y luego pasaríamos por Zug para acabar bajando hasta Lucerna. La ruta podéis verla aquí. Nada del otro mundo. Etapa que a nivel motociclístico era puro transporte, aunque en Suiza esa palabra adquiere otra dimensión :-) Y además intentaríamos que fuese lo más ameno posible ^_^
El plan era ir derechos a la estación central de las dos grandes ciudades y dejar la moto allí; buscar las taquillas de equipaje dentro de la propia estación para dejar todos los bártulos de la moto, salvo una pequeña mochila para agua, cámara, … Dichas taquillas están presentes en todas las grandes estaciones de tren suizas y las hay de varios tamaños. En función del tamaño varía el precio. Bueno, también depende de la ciudad, pero las variaciones son pequeñas.
Salimos de Interlaken un día más con un sol espléndido.
Las montañas del fondo parecen de cartón piedra XD
Fijáos en la señal cuadrada verde de delante de la que indica las distancias kilométricas a las ciudades. Sí, la que tiene en su interior un trapezoide negro. Pues bien, en cada paso a distinto nivel tienen una señal igual que esa en rojo cuando empieza el puente y otra cuando acaba. Sirve para indicar a las máquinas quitanieves que tengan cuidado, pues podrían tirar la nieve a otra calzada (carretera, caminos, vías de tren…) que pasa por debajo.
Esta incansable compañera de viaje, no logramos dejarla atrás.
Poco antes de llegar a Zurich, vemos este coche con su particular anclaje ISOFIX para el asiento del niño :-O
Llegamos a Zurich con escolta de una furgoneta de la policía :-)
Y nada más entrar empezamos a ver cochazos!
Mientras buscamos la estación recorremos uno de los puentes y disfrutamos de una panorámica de la ciudad.
Aparcamos al lado de la bahnhof y entramos en la misma por el tema de las taquillas y para hacernos con un mapa de la zona más turística de la ciudad. Nos damos cuenta de que no llevamos tanto suelto para la taquilla. Así que tengo que tirar de la máquina de cambio que tienen puesta en la misma zona. Cambio uno a uno ¬_¬ Estos suizos sacan tajada sí o sí… La taquilla mediana son 8 euros si mal no recuerdo. Su vieja! Eso sí, la decoración de la estación es… «peculiar» :-P
Salimos por Bahnhofstrasse (algo así como «calle de la estación»), calle peatonal salvo tranvías y resto de servicios. Aquí la estación desde fuera.
Y date prisa que los tranvías no se paran! Giramos por Uraniastrasse, siguiendo el recorrido verde del mapa. Puentes y puntas de torres allá donde mires.
Esta es la misma calle, pero pasado el puentecito. En este mismo banco tengo una foto de cuando estuve de interraíl hace unos 8 años cuando estábamos comiendo de bocadillo y nos echaron unas monedas un grupo de chavales que pasaban. Majos ellos.
Estos cada vez que pinten la fachada se tienen que tirar meses :D
Redios, qué sol! Y yo con camiseta negra, me voy a tostar…
En plan tortolitos… No es Venecia, pero hay agua :-P
Toca meterse para el interior otra vez, tiraremos por la pasarela, a ver si aguanta mi peso XD
… o con cúpula redondeada, a gusto del consumidor ;-)
Pues parece que aguanta el peso, sobre el río Limmat.
Ese es el puente donde estábamos antes, se llama Rudolf-Brun Brücke, dedicado al que fue el primer alcalde de Zurich. Lástima de grúas de fondo…
Si la cuesta va para la derecha, yo voy a la izquierda :-) Y donde está sentada la moza no era un banco de madera, era un cojín enorme que estaba en a calle en la puerta de esa especie de galería de arte moderno. Estos gafapastas… :-P
Como le gusta a esta gente las banderitas
Seguimos por nuestro caminito verde del mapa y llegamos a esta plaza que tenía como cinco calles que llegaban a ella. Y yo con el plano en la mano, como buen turista.
Subimos a Lindenhof, antiguo emplazamiento del castillo romano. Disfrutamos de una panorámica de la parte derecha del río. Es un parquecillo :-P
Y, como no, hacemos un poco el tonto tras refrescarnos en la fuente y a la sombra. La mujer de detrás de mí mira como si me hubiese escapado de un manicomio :D
A pocos metros nos encontramos con St Peter Kirche. Como curiosidad, el campanario pertenece a la ciudad de Zurich mientras que el templo en sí es de la Iglesia Reformista Suiza.
Al lado estaba aparcado esta preciosidad
Agujero + dedo = …. mejor lo dejo :-P
Ahora avanzamos por Agustinergasse, que -a juzgar por los locales que había- debe estar al lado de Cornellá o algo así.
A pesar de ser calles estrechas y antiguas, no son agobiantes ni están sucias. Eso sí, yo me estoy asando con este soooooool.
Qué narices pintan estas cestas al lado de la fuente!
Salimos de nuevo a la calle de la estación. No preguntéis qué es ésto, porque no tenemos ni idea :-P
Casi hay atasco, y eso que está cerrada a la circulación.
Y llegamos a Paradeplatz, que es centro bancario de la ciudad. Dicen las malas lenguas que en el subsuelo de dicha plaza están las cámaras acorazadas de los bancos, llenas de oro. Lástima habernos dejado el pico y la pala en casa ¬_¬
Curioso sistema de pasarelas, supongo que para evitar tener que salir a la calle con el crudo invierno suizo. Ah, y toda la calle plagada de tiendas de lujo. En fin, agua que no has de beber…
Desde Bahnhofstrasse giramos a la izquierda por la calle de correos, Poststrasse. Y nos encontramos con la majestuosa Fraumünster Kirche, cuya abadía fue fundada nada más y nada menos que a mediados del siglo IX
Será por contrafuertes… no se cae, no.
Detalle de la torre, puntiaguda, y el reloj, que parecen bastante aficionados por aquí a estos artilugios :D
Al lado se encuentra el Ayuntamiento, muy vinculado históricamente con la abadía en sí.
Donde se estaba celebrando una boda, al fondo había mesas con cosas para comer. Vámonos, que lo mismo me da por colarme XD
En la zona del río próxima al lago ya están nuestros amigos los cisnes.
Bicicletas y barcas son parte inseparable de la ciudad.
También abundan los soportales, aunque menos que en Berna. Muy útiles cuando llueve o nieva.
Ojito al invento, no sé si será para llevar a un niño o para llevar bultos sin mas. Con su funda para que no se llene de agua cuando llueve. Y un Mitch Buchanan al fondo en su lancha.
Vamooooos, que nos queda mucho mapa aún! (Mitch Buchanan ya se aleja xD )
En Stadthausquai vemos algunos utilitarios. Me sorprendió lo realmente pequeño que es el Aston Martin Vantage… y bonito!
Miramos hacia el Lago Zurich, pero sólo se ve tráfico (el coche gris que está al frente es un Ferrari) y uno de los típicos tranvías de la ciudad.
Logramos cruzar la calle/plaza y llegamos a Bürkli Platz, donde se encuentra la estatua a Ganímedes, el tipo al que Zeus mandó un águila para llevarle al Olimpo. Y pillamos zarpando a uno de los barcos turísticos del lago.
Yo no paro de buscar la sombra, ya son las 12:30 y el lorenzo pega de lo lindo. Adiós barquito!
Ahora sí, vista del lago. La actividad en él es muy alta: barcas, patinetes, «ferries»…
Cruzamos el puente por Quaibrücke y vemos un Citroën DS, también conocido como «Tiburón». Qué bonito es el jodío.
Desde el puente se ven las dos torres de los dos templos que acabamos de visitar. Me encanta esta vista de la ciudad :-)
Al poco nos topamos con un montón de gente comiendo en el parque/paseo próximo a Utoquai. Y los patos y cisnes están cerca para ver qué les cae.
Aquí también tienen un chorro vertical de agua, parecido al del Ginebra. en la base se ven un par de barcas, para ver el tamaño del mismo.
Y llegamos a la plaza donde se encuentran el teatro y la ópera. Puñetera grúa….
Ya en el lado derecho del río, nos adentramos por las callejuelas de la ciudad. Que conste que subí por la cuesta :D Por cierto, una de las pocas pintadas que vimos.
Continuamos por Oberdorfstrasse hasta llegar a Grossmünster, templo protestante de principios del siglo XIII.
El lateral y sus dos características torres.
Desde la entrada de esta iglesia se ven las dos torres de las iglesias del otro lado del río.
Nos volvemos a meter por las callejuelas y nos encontramos con ésto.
Typical spanish :D
Bonito rincón para perderse. Ojo al desnivel que hay, puede apreciarse en el ángulo que forman el suelo y los alféizares de la ventana.
Vamos hacia una calle más amplia, que en una de éstas me quedo atrancado!
Hay quien en la terraza pone unas macetas, una mesa y unas sillas. Otros una vaca gigante XD
Aquí no le dirán a los niños eso de «cuando las vacas vuelen».
La gente aprovecha para comer en cualquier banco de cualquier plaza. Nosotros vamos buscando la sombra :-P
Ya nos queda poco, vamos por la flecha roja.
Nos vamos recogiendo, que pasaremos por un supermercado a por agua y algo de comer. Vamos a ver dónde acabamos comiendo hoy.
Hay que ver lo bien que van las tiendas de playa y montaña, como para un Mercedes SLK…
Recogemos casco y cazadoras en la estación y ponemos rumbo a una gasolinera para, posteriormente, abandonar la ciudad.
Media de 5 litros a los 100… no entiendo nada, demasiado bajo una vez más. Claro, que a 1.9 CFH el litro :-|
Bueno, ponemos rumbo a Zug sin pisar la autovía. Si vemos un sitio que nos convences, paramos a comer. Y si no, en Zug.
Pues no encontramos nada de camino y llegamos a nuestro destino, bañado por Zugersee.
Ese parquecito tiene muy buena pinta ;-)
Bonita oficina de correos y telégrafos. Esta gente tiene estilo. Y bonita también la VFR.
Salimos por Artherstrasse y encontramos un sitio bastante apañado para plantar el campamento. En el parking aparcamos al lado de una auto-caravana Cuando pasamos por delante en busca del banco perfecto, oímos una enorme carcajada y voces en castellano. La leche, ni hecho adrede!
Comemos con esta panorámica. Priceless.
Un velero y la torre de una iglesia, que no sé si pertenece a Zug o a Charm. Con tanta vegetación es imposible saber dónde acaban las casas!
Como de costumbre, comemos algo de embutido, queso de la zona y uno de las múltiples variedades de pan.
Otra vez sobre la moto, salimos de Zug. Por la calle hay muy poca gente, no sé si por la hora, por el calor o porque están todos en el lago de fiesta :D
Ponemos rumbo a Lucerna, también por carretera «normal». Y como somos buenos, esperamos mientras el semáforo está en rojo.
Enorme concesionario de Porsche. Lástima no haber traído el talonario :-P
Este pobre hombre iba con la bici cargada de bolsas y alforjas. El pobre iba pasando las de Caín.
Entramos en Lucerna y el lujo vuelve a invadirlo todo: Aston Martin, Mercedes ML empepinado, tienda de Cartier de fondo…
Ponemos rumbo a la estación para dejar las cosas en una taquilla; nos topamos con una de las principales atracciones de la ciudad :D
La estación está justo al lado del puente, así que aparcamos y nos vamos hacia el interior de la bahnhof. Decir que aparcamos al lado de dos Harley Davidson (en un lugar específico de motos) que tenían el casco sobre el asiento. Sin atar ni nada. Ni que decir tiene que el resto de motos carecían de un cepo de disco, de una U, o de una cadena :-O
Descargamos y pasamos por la oficina de turismo a por un mapa dela ciudad. Y, de paso, agua fresca, que estoy que me derritooooo!
Pues ya estamos listos, nos dirigimos al famoso puente a través de la Bahnhofstrasse, que es prácticamente un paseo lleno de bicicletas.
Esta foto nos la hizo un amable caballero que se ofreció voluntariamente. El hombre le ponía voluntad, pero tiró tres o cuatro y ésta es la mejor…. tela!
Alguien se lo pasaba pipa con los cisnes :-P
Y le hacemos un book al puente :-P
El puente se llama Kapellbrücke o Puente de la Capilla y data de principios del siglo XIV.
La torre octagonal o Wasserturm ha tenido varios usos; desde prisión, torre de tortura o archivo municipal.
La decoración floral del puente le da un colorido muy particular.
Como no, lleno de turistas de todas las nacionalidades.
Bajo el puente, el río Reuss da un respiro refrescando el ambiente. Hemos dicho ya que hace calor? :-P
El lado interior del puente, más alejado del lago.
En su interior tiene 111 pinturas con hechos históricos relevantes de la ciudad. En 1993 hubo un incendio que destrozó algunas de ellas. Pero esta gente hizo una pasta con billetes de 500€ y ni se nota XD
Curioso autobús que remolca un vagón de pasajeros adicional :-O
Ya en el otro lado, tampoco ha sido para tanto, no? :-P
Nos adentramos en la zona vieja (norte) de la ciudad por Kapellplatz, con el astro rey disparándonos fotones sin piedad.
Voy a decir a los vecinos de mi bloque de pintar así la fachada :D
Callejeando nos topamos con una tienda que tiene muy buena pinta.
Estos suizos qué callado se lo tienen!
Desde una de las calles se puede ver la muralla de la ciudad y una de sus torres…
Llegamos a otra de plaza, Kornmarkt, donde está el ayuntamiento de la ciudad. Debe ser ésto. Por las banderas más que nada :-P
Las decoraciones de los edificios son, cuanto menos, curiosas.
Salimos de la plaza. Este tal Goethe es conocido? :D
Yo busco la sombra en cualquier sitio… qué calor!
Este es el Spreuerbrücke, un puente similar al anterior. Y los puntitos que se ven en la foto son mosquitos o entes voladores :O
Os he dicho ya que hacía calor? XD
Bonitas vistas desde el puente de una de las torres de la muralla
En esta zona hay una presa pequeña en la que hay gente refrescándose.
Interior del puente en plan tortolitos <3
Al fondo el Museggmauer, conjunto amurallado que no visitaremos esta vez. Es «tarde» y estamos cansados. Vamos, que estoy cansado y asado de calor XD
Está menos cuidado que el otro puente, al menos la decoración es mucho más escasa. Nula, vamos.
Por Pfistergasse llegamos a una de las muchas fuentes. Yo me refrigero un poco. Y de paso sacamos en la foto la torre pegada al lateral del edificio. Mola :-)
Uno de los múltiples inventos para las bicicletas que tiene esta gente. El tráfico de coches tan reducido en las ciudades ayuda bastante, las cosas como son.
No me quiero ni imaginar el precio por noche en este hotel…
Llegamos a la parte lateral de la Franziskanerkirche, del siglo XIII. Un tanto asceta. Por no decir sosa :-P
Poco después llegamos a la primera iglesia barroca de Lucerna. Es de mediados del siglo XVII, Jesuitenkirche.
Aunque nos llama la atención este Mercedes clase E alargado :-O
Si es que la cabra siempre tira para el monte :-P
La iglesia de los jesuitas desde lejos, con sus características cúpulas.
Ya de vuelta por la Bahnhofstrasse, somos conscientes que también nos hemos dejado por ver el famoso León tallado en piedra situado aquí. Dicho monumento conmemora la matanza de la Guardia Suiza durante la Revolución Francesa.
Ya en la estación, el sol parece algo más bajo. Curiosas las pintadas en los accesos de las escaleras mecánicas que indican que si vas por la derecha te quedes quieto, y si vas por la izquierda has de caminar para agilizar la marcha. Buena idea para los concejales de transportes de las grandes ciudades.
Llegamos a las taquillas. En este caso están a pie de andén. Como se ve, las hay de varios tamaños (y precios)
Sacamos la equipación de nuestra taquilla de tamaño mediano. Aún hay otra más grande!
7 CHF. La pequeña son 5, la grande son 9. En Zurich eran un poco más caras. Aun así, merece la pena.
Ya en la moto de nuevo. Es subirme y se me pasa el cansancio ^_^
Salimos con un poco de tráfico de la ciudad. Nos encontramos con esta torre. Una pena la cantidad de cables que hay al aire :-(
Decimos adiós al lago Lucera desde la autovía.
Un día más, Lungersee. Ya casi se ha ido la luz. En parte por la hora y en parte por las montañas que cierran bastante el ángulo de entrada de los rayos solares.
Lungern tiene que estar muy bien para vivir. Si os fijáis se ven las dos torres (una ancha y una estrecha) que mostramos el día 4. Concretamente, ésta y ésta otra.
En la subida a Brunigpass, en Sädelwald, hay un mirador que habíamos visto las otras veces que pasamos por la carretera. A la tercera logramos acordarnos y paramos para admirar las bellas vistas. Están hechas desde el ángulo inverso a la anterior.
La moto pedía a gritos un poco de protagonismo.
Y, como no, la mejor fotógrafa ^_^
Es el cuarto día que pasamos por esta carreterilla, a punto de llegar a Wilderswil. Y no me canso de ver el Jungfrauch asomando tímido.
Menuda velocidad llevaba el scooter :-P
Son casi casi las 20.00 y aquí empieza a no haber casi nadie por la calle. Hay tan poca gente que nos vamos derechos a buscar qué encontramos abierto para cenar. No tardamos mucho :D y nos calzamos unas pechugas de pollo y un filetaco (lo llamaban entrecot… ejem ejem) con salsa de champiñones que estaban de vicio. Sin botella de agua mineral, que hemos aprendido la lección… tras 4 días de FAIL, y sin guarnición; algo más caro que las pizzas, pero sin grandes excesos. Curioso que saliera el cocinero en persona para preguntarnos qué tal.
Y para la cama en la quita y penúltima noche que pasamos en Wilderswil. Mañana vuelve a ser día de moto ^_^
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